Durante las elecciones regionales y municipales en Perú en octubre 5 de 2014, se tuvo informes sobre avistamientos de No identificados. Vecinos de la costa verde –una vía que recorre la parte su central del litoral limeño- contemplaron las evoluciones de un objeto volador de gran tamaño y color verde intenso. <<Parecía a la luz de un neón>>, declararon algunos de los testigos. Otros muchos lograron filmar el OVNI con sus teléfonos móviles, como le ocurrió a la profesora Melina Silva, quien obtuvo la grabación más interesante. En la misma se observa como el No identificado permanece en lo alto varios minutos, a la vez que parece cambiar de forma en diversas ocasiones. Pasado ese periodo de tiempo, desapareció repentinamente. El ufólogo Antony Choy declaro en ese momento no existía una explicación racional a este avistamiento, y apunto a que se tratara de alguna clase de artilugio volador no tripulado (dron), manejado por control remoto. De todos modos, en el momento que se dio el avistamiento no hubo ninguna pista que apuntara en esa dirección.
Dos días después de este
incidente, el 7 de octubre, multitud de personas contemplaron un sorprendente
fenómeno, que algunos grabaron y fotografiaron. Sucedió a pleno día entre las
localidades mexicanas de Chignahuapan y Zacatlán, en el Estado de Puebla,
cuando docenas de testigos se fijaron en una nube de aspecto compacto de la que
emanaban rayos. Lo sorprendente de hecho es que, en un momento determinado, un
objeto luminoso surgió a cierta distancia de la nube a toda velocidad,
permaneció en el interior de la misma generando una serie de espectaculares
descargas eléctricas. ¿Se trató de un mesociclon: un vórtice de aire rotatorio
que se forma dentro de una tormenta eléctrica convectiva? ¿O estamos ante un
seceso aún más extraño?
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