El Covid19 está
llevando al absurdo a la hora de determinar su origen real. Existen
discrepancias a nivel científico sobre si se trata de un virus creado en un
laboratorio o de si se trata de un arma biológica cuya propagación se le ha ido
de las manos a sus creadores. Este debate teórico es lícito porque entra dentro
de cualquier lógica, sobre todo si se tiene en cuenta los lugares donde se
propagó en un primer momento: en los países que tenían conflicto político o
comercial con Estados Unidos. Casualidades.
Sin embargo, hay otras
teorías que no llegan ni siquiera a la conspiración, sino que son absolutamente
absurdas y fuera de todo lugar, algo que, en medio de lo que están pasando los
ciudadanos de todo el mundo, se convierte en una falta de respeto y de humanidad.
Uno de los ejemplos de
absurdo espectacular lo encontramos en la teoría que afirmó que el coronavirus
tenía origen extraterrestre. Dentro de los estudios astronómicos hay una parte
de científicos que afirman que la vida procedente de otros planetas llega a la
Tierra en los meteoritos. Un profesor del Centro de Astrobiología de
Buckingham, Chandra Wickramasinghe afirmó en los primeros días de la
propagación del Covid19 en la provincia de Wuhan que en el mes de octubre de
2019 una gran bola de fuego cayó sobre el norte de China y que en ese meteorito
se encontraba el virus y, por tanto, según Wickramasinghe, ahí fue donde se
inició la pandemia. Esto no tiene ni pies de cabeza, puesto que, según los
científicos, es prácticamente imposible que los patógenos que se encuentren en
otros planetas puedan sobrevivir a las condiciones de la Tierra, y vicecersa.
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