Muchas son las referencias al Caso Roswell en la cultura popular, el supuesto impacto de una nave extraterrestre en el desierto de Nueva México, EE.UU; desde un video de dudosa veracidad en el que se puede ver la autopsia de un alienígena, hasta la hipótesis de que lo que realmente ocurrió esa noche de 1947 fue el choque de un globo meteorológico. Lo cierto es que el caso suscitó un interés descomunal en el público, y dio lugar al nacimiento de la Ufología. Más oscuro, sin embargo, es el incidente registrado en la base soviética Kapustin Yar, que muchos consideran “el Roswell ruso”.
Kapustin Yar, es una
base para el desarrollo y lanzamiento de misiles de varios tipos, situado en el
óblast de Astracán, entre Volgogrado y Astracán, en el pueblo de Známensk. Fue
establecido el 13 de mayo de 1946 y en un principio fue el centro principal de
investigación para científicos de la Alemania Nazi.
Así, una vez finalizada
la II Guerra Mundial, gran parte de la experimentación alemana en materia
armamentística, así como algunos científicos germanos exiliados del triunfo
Aliado, fue a parar al territorio de la URSS. Todo esto habría confluido para
dar vida a Kapustin Yar, una base militar ultra secreta, ubicada en un remoto
paraje a 100 kilómetros de Stalingrado, que funcionó como centro de
experimentación nuclear. De hecho, algunos ufólogos e investigadores aseguran
que la extraña composición geométrica que forma la base, vista desde el aire,
está diseñada para llamar la atención de naves extraterrestres. Incluso,
rumores indican que el mismísimo Stalin supervisaba los numerosos intentos
soviéticos de contactar con vida extraterrestre, convencido de su existencia.
Aunque la información
disponible sobre Kapustin Yar es muchas veces confusa y contradictoria, existen
dos teorías alrededor de la base. La primera indica que el lugar fue construido
en el sitio exacto donde había impactado una nave extraterrestre, y que su
principal función fue esconder el hecho y facilitar el estudio del vehículo
alienígena. La segunda asegura que desde el hangar fueron derribados dos
platillos voladores con misiles de última tecnología, en 1950 y 1960.
Certeza o mera
especulación, la verdad es que, se realizaron 11 pruebas nucleares de baja
potencia (10 a 40 kt) sobre el sitio de Kapustin Yar entre los años 1956-1962.
Todos con cabezas nucleares activas, y dónde 5 de ellos explotaron sobre las
instalaciones.
La primera prueba fue
realizada el 2 de febrero de 1956. Conocida como "Operación Baikal",
un cohete R-5M con una cabeza nuclear fue lanzado desde el cosmódromo,
explotando en Arelsk (Kazajistán), con una potencia de 0,3 kilotones.
El 19 de enero de 1957
se realizó la segunda detonación, conocida como "Operación ZUR-215".
El cohete explotó a 10.370 mts de altura, con una potencia de 10 kilotones
(pudiendo bien, haber impactado en un objetivo aeroespacial).
El 1 y 3 de noviembre
de 1958 se realizaron otras dos detonaciones a 12.000 mts de altura. Justo
posterior a lo que fue una lluvia de denuncias de avistamientos de luces en el
cielo reportadas desde las cercanías de Známensk.
Posteriormente, el 6 de
septiembre y el 6 de octubre de 1961 se realizaron otras dos pruebas, llamadas
operaciones Groza y Grom respectivamente, que fueron catalogadas como
ultrasecretas.
Sumada a las (6)
pruebas anteriores, entre 1961 y 1962 se realizaron una serie de (5) pruebas
nucleares adicionales, conocidas como "Operación K", durante las que
se lanzaron 5 misiles con cabezas nucleares que se dirigieron y explotaron
sobre un objetivo fijado en las cercanías del polígono de Sary Shagan, en
Kazajistán. Sin embargo, jamás se reportó su resultado e impacto.
Siendo así, ¿Es posible
que los soviéticos estuviesen buscando por todos los medios, derribar una nave
extraterrestre?
Algunos investigadores
creen, qué quizás más que derribar una nave, querían defender el escondite de
un ovni. Prueba de lo anterior dicen podría estar, en que la ocupación de
Kapustin Yar por parte de los científicos alemanes fue muy anterior a la
decretada y reconocida por los propios soviéticos.
En 1944, la Luftwaffe
había conseguido hacer operativo el Heinkel He-178. Un motor de avión que
sorprendió por su sencillez, al no necesitar bielas, pistones, cigüeñal, aceite
y otros elementos utilizados hasta ese momento. También su velocidad
sorprendió, pues era cercana a los 700 km/h, dejando bastante atrás a los
mejores aparatos de la época, como él Supermarine Spitfire. Su tercera virtud
que sorprendió, fue su alta maniobrabilidad.
Todo lo anterior, en
una época, donde todas las naves conocidas e inventadas hasta ese momento,
requerían de hélices que las impulsarán, caso muy distinto al He-178. Lo que
dio la idea, de que se investigaba sobre nuevos modelos aéreos, bastante
diferentes de los conocidos, y con prestaciones muy superiores a las ya
registradas.
Mismo caso para con la
aparición del V2. Un misil balístico que dejó muy atrás, a lo que podían
presentar naciones como Estados Unidos o los aliados. El V2 era capaz de mover
una carga útil de casi una tonelada, a varios cientos de kilómetros y a
velocidades que superaban por mucho la del sonido. Algo jamás registrado, en
ese entonces.
Quizás por ello,
algunos defensores de la segunda hipótesis de Kapustin Yar afirman que la
segunda nave capturada estaba tripulada, y que los cuerpos sin vida de dos
humanoides fueron transportados al Instituto de Problemas Médicos de Moscú,
donde se les realizó una autopsia. Siendo todo esto, muy anterior al caso
Roswell norteamericano.
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